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miércoles, 29 de octubre de 2008

Cómo hemos cambiado

El pasado 24 de octubre se cumplieron 20 años desde la primera incursión de la NBA en Europa con la celebración del Open McDonald´s en Madrid con la participación de los históricos Boston Celtics, que llegaron a la capital con una plantilla inolvidable formada por jugadores de la talla de Larry Bird, Robert Parish, Kevin McHale, Danny Ainge o Dennis Johnson. Era 1988 y cruzar el charco para jugar en la mejor liga del mundo era una empresa improbable para los jugadores europeos; tan sólo unos pocos conseguían atraer la atención de los General Managers, que aún no veían en nuestro continente el filón del que se abastecen año tras año en la actualidad.

La temporada anterior, Fernando Martín se había convertido en el único español en dar el salto a la NBA de la mano de los Portland Trail Blazers, una de las primeras franquicias en apostar por el mercado europeo. Una experiencia poco gratificante que no le sedujo, y que motivó su regreso un año después al Real Madrid, donde coincidió con Drazen Petrovic, que seguiría sus pasos un año más tarde para iniciar la aventura americana, también en el equipo de Oregon. Ya se ha hablado muchas veces de las numerosas coincidencias -tan trágicas en determinados momentos- en las carreras de estos dos geniales jugadores que fueron precursores del baloncesto europeo en la NBA.

Por aquel entonces yo tenía 12 años y, cada sábado de madrugada, viendo ‘Cerca de las Estrellas’, me quedaba embobado con las imágenes que narraba tan apasionadamente Ramón Trecet junto a Esteban Gómez. Con ellos me convertí en seguidor de los Celtics, y cuando descubrí que estarían en Madrid para jugar contra mi otro equipo del alma, el Real Madrid, decidí no parar hasta conseguir que mis padres nos llevaran a mí y a mi hermano a verlo. Benditos sean los dos. Una semana después, allí estábamos, sentados en el Palacio de Deportes y boquiabiertos sin saber donde fijar nuestros ojos, abiertos como platos, imagino que bajo la divertida mirada de mi padre que seguramente no nos había visto tan inmóviles desde que nos compraron el CinExin. Disfrutamos cada minuto de un partido del que salimos con la impresión de que el Real Madrid había puesto en apuros a los Celtics a pesar de que el marcador final (111-96) no evidenciaba tanta igualdad.

Llegaron los 90 y algo empezó a gestarse en el viejo continente. Poco a poco, veíamos como más jugadores emigraban a perseguir el sueño americano y ya no nos sorprendía comprobar que no sólo se les plantaba cara a los equipos NBA en las giras de pretemporada, sino que era posible arrancarles una victoria. Cambiamos de siglo y todo se volvió agradablemente imprevisible para el baloncesto español cuando vimos como Pau Gasol se convertía en rookie del año, Utah ponía sus ojos en Raül López, Toronto en José Manuel Calderón y Portland en Sergio Rodríguez. A partir de entonces ya no paramos. Pau disputó un All-Star y se consolidó como jugador franquicia en Memphis, Calderón se convirtió en el cerebro de los Raptors y siguieron llegando jugadores nacionales a la liga: Garbajosa en 2006, Navarro en 2007 y por último Rudy Fernández y Marc Gasol en 2008. Entre medias, la selección se coronó campeona del mundo en Japón, plata en el EuroBasket ’07 y plata de nuevo en los JJOO, tras poner en entredicho la superioridad del ‘Redeem Team’ en el partido que muchos medios de comunicación ya han calificado como “el mejor de la historia”.

Ahora que las imágenes de Rudy hundiendo el balón sobre Dwight Howard dan la vuelta al mundo y que el Barça tutea a los Lakers en el mismísimo Staples Center, donde Pau disputó la final de la NBA el pasado mes de junio, es difícil pensar que será lo siguiente. ¿Un número uno del draft? Como se suele decir, tiempo al tiempo, pero poco...

2 comentarios:

DEFENSA ILEGAL dijo...

Yo también recuerdo muy bien aquel Real Madrid-Celtics de 1988... pero como una de las mayores frustraciones de mi infancia. Durante meses, hice todo lo posible para que mi familia me trajera a Madrid a ver el partido pero no hubo manera. Todavía conservo amarillentos los vasos conmemorativos del evento que regalaban en los McDonald's. "Peor habría sido si hubieran venido los Lakers", sigo diciendo para intentar consolarme.

Luis dijo...

Vaya Dario.

Pense que era el unico viejo dinosaurio que habia visto aquel partido. Creo que lo tengo en alguna cinta VHS en algun rincón de la casa de mi madre.

Recuerdo que en aquella epoca, tu tenias 12 años y yo ya andaba por los 19 machacando y rompiendo los aros del Tejar.

¿sabes quien soy?